Desde 1980 llevaba imbatido el récord de precocidad como ganador en el Campeonato del Mundo de rallys. Una marca que estableció aquel año el malogrado Henri Toivonen al ganar el RAC con 24 años, superando así a otro finlandés, Markku Alen, que también había logrado su primera victoria en 1975 en Portugal a esa edad, aunque con unos meses más. Pero ayer esas cifras quedaron arrasadas por otro finés, un prácticamente desconocido Jari Matti Latvala, que triunfaba en Suecia con tan sólo 22 años.
Toivonen ni ha visto caer su récord, ya que murió en un accidente sufrido en el Tour de Córcega de 1986, y Alen intenta que su hijo Anton, por ciento, mayor que Latvala, triunfe en el IRC. Pero la leyenda de los finlandeses voladores sigue acrecentándose, acaparando cada día que pasa mayores glorias para su país... a pesar de que el dueño y señor de la especialidad sea hoy Sebastien Loeb.
"Toivonen era uno de mis héroes", aseguraba Latvala tras marcarse un baile sobre el techo de su coche al acabar el último tramo. "En mis sueños mantenía la ilusión de poder batir su récord. Pero nunca me hubiera imaginado que sería en mi segundo rally como piloto oficial, especialmente después del desafortunado debut que tuve en Montecarlo. Sobre todo quiero agradecer al equipo su confianza, en especial después de los múltiples accidentes que he sufrido en los últimos años".
El finés conseguía un triunfo sin paliativos en Suecia, ya que el primer día ganaba todos los tramos y desde entonces nadie fue capaz de acercarse. Ni siquiera su teórico jefe de filas, Mikko Hirvonen, que con su segunda plaza se coloca en cabeza del Mundial. El éxito de Ford ha sido completo, ya que además de copar el podio, se ha destacado en el Mundial de marcas y ha intercalado a su formación semioficial de Stobart por delante de Citroën. Si se cumple el guión, Latvala se las tendrá que ver con Dani Sordo, el español que ocupa su puesto en el equipo rival, Citroën. Son los dos jóvenes de mayor proyección y entre ellos estará el futuro campeón. Dani acababa en una excepcional sexta posición tras salir penalizado con cinco minutos, pero, sobre todo, le cogía el truco a la conducción sobre nieve. De no haber partido con ese lastre, habría subido al podio sueco. "Mis notas eran mejores que el año pasado y me sentía cada vez más a gusto. Ha sido un buen fin de semana, ¡pero ahora estoy deseando llegar a México!", comentó el cántabro.
Toivonen ni ha visto caer su récord, ya que murió en un accidente sufrido en el Tour de Córcega de 1986, y Alen intenta que su hijo Anton, por ciento, mayor que Latvala, triunfe en el IRC. Pero la leyenda de los finlandeses voladores sigue acrecentándose, acaparando cada día que pasa mayores glorias para su país... a pesar de que el dueño y señor de la especialidad sea hoy Sebastien Loeb.
"Toivonen era uno de mis héroes", aseguraba Latvala tras marcarse un baile sobre el techo de su coche al acabar el último tramo. "En mis sueños mantenía la ilusión de poder batir su récord. Pero nunca me hubiera imaginado que sería en mi segundo rally como piloto oficial, especialmente después del desafortunado debut que tuve en Montecarlo. Sobre todo quiero agradecer al equipo su confianza, en especial después de los múltiples accidentes que he sufrido en los últimos años".
El finés conseguía un triunfo sin paliativos en Suecia, ya que el primer día ganaba todos los tramos y desde entonces nadie fue capaz de acercarse. Ni siquiera su teórico jefe de filas, Mikko Hirvonen, que con su segunda plaza se coloca en cabeza del Mundial. El éxito de Ford ha sido completo, ya que además de copar el podio, se ha destacado en el Mundial de marcas y ha intercalado a su formación semioficial de Stobart por delante de Citroën. Si se cumple el guión, Latvala se las tendrá que ver con Dani Sordo, el español que ocupa su puesto en el equipo rival, Citroën. Son los dos jóvenes de mayor proyección y entre ellos estará el futuro campeón. Dani acababa en una excepcional sexta posición tras salir penalizado con cinco minutos, pero, sobre todo, le cogía el truco a la conducción sobre nieve. De no haber partido con ese lastre, habría subido al podio sueco. "Mis notas eran mejores que el año pasado y me sentía cada vez más a gusto. Ha sido un buen fin de semana, ¡pero ahora estoy deseando llegar a México!", comentó el cántabro.
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