miércoles, 23 de abril de 2008

A Carlos Sainz se le complica el Dakar Series

El madrileño perdió casi todas sus opciones en una jornada repleta de problemas: "No sé cómo pudo suceder. Pasé a su lado a dos por hora, a velocidad de peatón"
Lluvia en los Cárpatos. Caen las gotas de manera intensa, sin descanso, hay barro en el camino y la niebla se acerca a las montañas. A lo lejos se oye el motor de un coche, pasa un segundo y el ruido ya está en la curva de una pista repleta de pequeñas piedras de hierro. Carlos Sainz no frena, pasa como si estuviera en un circuito. Veloz, sin descanso. Como la lluvia de Rumanía. Antes habían pasado por allí Peterhansel, Alphand y De Villiers. Parecían camiones en la comparación con el español.
Es el comienzo de la primera especial. Ocho y media de la mañana en este lugar de Europa. Sin embargo, unos pocos kilómetros más allá todo cambia. "Ha salido todo mal. Primero falló la luneta térmica, después el limpiaparabrisas y no podía ver nada con la lluvia. Más tarde se me rompió la palanca de la caja de cambios y tuve que hacer más de 50 kilómetros en segunda. Perdí ocho minutos. Luego ocurrió el incidente con Maimon". El incidente. Una constante en la vida deportiva de la mayor figura del automovilismo español, junto al gran Alonso.

Sainz y su copiloto Michel Perin se fueron de la pista buena y al regresar se encontraron con el japonés Hiroshi Masuoka y su acompañante Pascal Maimon cambiando una rueda. Una hora más tarde, el francés estaba en el hospital de Baia Mare, de donde regresó con una pierna escayolada y el tobillo izquierdo roto. "No sé cómo pudo pasar, pasé a su lado a dos por hora, a la velocidad de peatón. No se podía ir más deprisa y no me di cuenta de nada. Él se debió mover, no nos oyó con el ruido de su motor y debí rozarle".
De regreso al campamento, Sainz tiene la cara desencajada. Se acaba de enterar de lo sucedido y parece que nunca hubiera sonreído. Con paso firme, junto a Kris Nissen, director deportivo del equipo Volkswagen, el madrileño presenta sus disculpas a Dominique Serieys. "Son cosas de las carreras", dice el gran jefe de los de Mitsubishi. Al lado, en una esquina de la escena, los pilotos de rojo comen un plato de pasta. Algo más tarde, Carlos regresó para ver a Maimon. Cortesía obliga.
Por la tarde, el español ganó la segunda especial. "Ya no llovía y todo ha ido perfecto", dice. Se le pregunta si aún puede ganar. "Uff, mucha tela ¿no? Pero bueno aún queda rally, hay que seguir luchando", explica con el coche ya arrancado camino de Debrecen, de vuelta a Hungría.
Nani Roma es ahora el mejor español
"Más que por estar cerca y con opciones de victoria, estoy contento porque he tenido bastantes problemas y mi situación es buena. Además, esta es mi primera carrera con barro". Nani Roma es feliz y, aunque no lo diga, le alegra más que su excelente actuación en el Centroeuropa la foto que tiene en la mesa. Es de su mujer, Rosa, con su niño recién nacido, Marc, en sus brazos. Joan es ahora el mejor español clasificado, cuarto, a poco más de tres minutos de su compañero Peterhansel, líder, el de siempre, el de Dakar, Centroeuropa y lo que esté por venir. Nani fue ayer tercero en la primera especial y octavo en la segunda.

En motos manda David Casteu y José Manuel Pellicer es el primer español, quinto, a casi siete minutos. Hoy toca regreso a Hungría, otras dos especiales entre Debrecen y Vezsprem.

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