miércoles, 21 de mayo de 2008

Sainz "El Dakar volverá a África a medio plazo"

Carlos Sainz no decepciona. A los 46 años conserva el brillo de los campeones, que es algo más que un bronceado. Luce una elegancia clásica y se podría afirmar que responde al concepto británico del sportsman, que es "la persona que exhibe cualidades que se estiman en quienes se dedican al deporte, como la justicia, la cortesía o el buen carácter".
Sainz, doble campeón del mundo de rallys, fue ayer el invitado del Foro Ferrándiz-AS y no dejó asunto sin contestar sobre pasado, presente y futuro. Iremos por orden.
"La victoria en el Mil Lagos de Finlandia ha sido mi triunfo favorito. Hay que pensar que cuando llegamos al campeonato del mundo no había españoles y entonces los equipos elegían a especialistas en cada superficie. Recuerdo que a Cesare Fiorio, jefe deportivo de Lancia, le preguntaron por ese joven piloto español que despuntaba y dijo: '¿Y a mí qué me aporta? Tengo otros pilotos más rápidos'. Aquello nos sentó mal y sirvió como estímulo. En ese Rally de Sanremo tuvimos la suerte de que se puso a llover y lo aprovechamos. Fuimos líderes desde el primer tramo por delante de seis Lancia y así llegamos a Turín, sede de Lancia. Tengo que reconocer que eso me causó cierto orgullo".
"Me parece que ayudamos a cambiar la historia, porque desde entonces las marcas buscaron pilotos capaces de ganar en cualquier lugar, pilotos completos. Vencimos en Finlandia, en el RAC Y a mí, que no había estado jamás en una corrida de toros, empezaron a llamarme El Matador".
"Cuando me preguntan por el momento más duro de mi carrera siempre esperan que diga que fue cuando se rompió el coche a cien metros de la meta. Pero es mucho peor cuando acabas un tramo y te dicen que un amigo tuyo acaba de tener un accidente y está mal. Entonces te das cuenta de que estás haciendo algo verdaderamente peligroso. Así que no me hablen de mala suerte. Yo me considero un piloto con mucha suerte y les deseo a mis hijos la misma 'mala suerte' que he tenido yo. He sido elegido el piloto más importante del Mundial de rallys. Me debo reír cuando me hablan de mala suerte".
En el pasado también queda su candidatura a la presidencia del Real Madrid: "Fue una experiencia positiva. Me presenté porque pensé que podía aportar cosas. Es el equipo de mi vida, el que me da alegrías y tristezas. Luego el proceso electoral fue vergonzoso".
"¿Volver a presentarme? Es difícil decir qué harás en el futuro. Si doy el paso, el libro de ruta ya lo tengo aprendido. Ahora lo haría de distinta forma y creo que Villar Mir también. Pensé que el aterrizaje como presidente me llegaba pronto y por eso pensé que Villar Mir podría aportar su experiencia empresarial y yo mi experiencia deportiva, para optar al desembarco cuatro años después. Además, reunir un aval de esa magnitud -18 millones- no es tarea sencilla, aunque mucha gente me ofreció luego su ayuda. Existe una carta mía a Villar Mir en la que hacía un memorándum de la situación del club y no se equivoca en casi nada".
En el presente asoma el Dakar, de momento, su último desafío deportivo: "La suspensión de este año fue dura. Nunca es bueno que la política se mezcle con el deporte y creo que se ha creado un mal precedente. No sé si es una interrupción provisional porque no sé cómo valorar esa amenaza. Quizá fue una venganza del Gobierno francés por lo que pasó en Mauritania con turistas franceses. Personalmente, creo que el rally debería de haber arrancado con un recorrido alternativo. Ahora, el futuro del Dakar dependerá del éxito de Argentina. Pero lo veo a medio plazo regresando a África".
"Si dependiera de mí correría el próximo Dakar, pero depende de Volkswagen. No iré si no es con un equipo puntero, porque la cuestión no es correr por correr, sino tener opciones de ganar. Lo cierto es que el Dakar te aporta mucho. Conoces un continente pobre, a gente que es feliz con muy poco Viene bien ir a África".

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