Emfado notable en Citroen Sport, que vuelve a amenazar con su salida

En Citroën han dado un puñetazo en la mesa. Lo ocurrido en la primera etapa del Rally de Turquía, en la que Sebastien Loeb pasó del quinto al primer puesto tras frenar los Ford en el último tramo para que él abriera pista en la segunda jornada, ha levantado las críticas de la formación francesa. El resultado de este segundo día es que el francés ha perdido el liderato ante Hirvonen y Latvala, los que se frenaron. El enfado es tal que el responsable de la firma de los chevrones, Olivier Quesnel, amenaza con un posible cambio de especialidad de su marca.
En los rallys de tierra el piloto que abre pista está muy penalizado, ya que es el que limpia de gravilla y piedras el trazado a sus perseguidores. Por ello, en las últimas carreras varios pilotos, tras un día jugándose la vida para arañar una décima, frenaban al final para no liderar y abrir pista al día siguiente. Esta vez Quesnel levantó la voz: "Ahora me va a resultar muy difícil pedir el cheque a mi marca para que siga pagando la participación en un deporte en el que suceden estas cosas". Dado el revuelo que levantó, poco después confirmó que seguirán hasta finales del 2009, "que es cuando expira nuestro contrato con los pilotos".

El perjudicado esta vez ha sido Loeb: "Es lógico lo que han hecho, pero no favorece en nada al Mundial". Y Malcolm Wilson, el jefe de Ford, se defendía: "Citroën habría hecho lo mismo. Cuando se aprobó el cambio de reglamento en el que el líder debería abrir pista cada etapa, nos opusimos, pero no nos hicieron caso y ahora tomamos las decisiones que nos permitan sumar 18 puntos en cada carrera, pero no incumplimos las normas. En asfalto nos será muy difícil pelear contra los Citroën".