¿Cuáles son sus aspiraciones en la última cita del Mundial en Gales?Para asegurar la tercera plaza final en el campeonato nos vale con acabar séptimos, y para culminar el título de marcas debemos sumar entre Sebastien Loeb y nosotros siete puntos. Por tanto, el objetivo será ese, que Loeb sea cuarto y nosotros séptimos, aunque si se puede mejorar no vamos a dejar escapar la oportunidad.
¿Qué pronóstico hace del resultado de Valentino Rossi?¡Tengo demasiadas cosas en las que pensar para perder el tiempo en eso! Creo que será difícil que Rossi repita el resultado de su última actuación en Nueva Zelanda. Allí fue undécimo, pero había muchos menos participantes de nivel de los que se encontrará la próxima semana en Gales. En cualquier caso, lo que hizo tuvo mucho mérito y seguro que ahora también lo hace bien.
A falta de sólo una prueba, ¿qué balance hace de la temporada?Pues yo creo que ha sido un buen año. Si tenemos en cuenta que en los primeros rallys tuvimos mala suerte y varias averías seguidas, tener a mano la tercera plaza final en el Mundial es un buen resultado. Pero realmente lo que más satisfacción me produce es que en los tramos de tierra hemos mejorado muchísimo desde el principio del año. En asfalto poco más podemos mejorar, porque si quitamos a Loeb, somos los más rápidos.
¿Qué es lo que ha aprendido de Loeb?De Loeb he aprendido a perder. Tiene un don innato para conducir, y es prácticamente imposible ganarle. Es difícil aprender más, sobre todo si no voy en el coche junto a él. De su forma de trabajar ya he aprendido todo y además, como suele llegar tarde a las sesiones de ensayos, poco más puedo aprender. Cuando le gano en un tramo, me llevo una alegría para todo el año, aunque ya sabes que si le quitas cinco segundos en una especial, en la siguiente él te sacará, como mínimo, ocho.
¿Tendremos que esperar entonces a que se retire para verle campeón? Si sigo la progresión, en dos años debería ser campeón del mundo. Porque hace dos años, en el Mundial de 2006, fuimos quintos, el pasado, cuartos, éste casi tenemos asegurado el tercero, por lo que el año que viene deberíamos ser subcampeones y dentro de dos lograr el título. (Marc Martí apostilla estas últimas palabras de Dani Sordo: "Será así, porque entonces Loeb se pasará a la Fórmula 1").
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