Loeb juega en casa su primer 'match ball'

Si el francés vence e Hirvonen es séptimo, se proclamaría pentacampeón ante sus paisanos. También lo haría si es segundo y el finés no puntúa. El cuidado de los neumáticos será clave

Casualidades de la vida, Sebastien Loeb jugará su primer match ball por el título precisamente ante sus paisanos, en el Rally Tour de Córcega, donde lograra su primera corona hace ya un lustro. Si el francés gana y Mikko Hirvonen acaba séptimo, o si el galo es segundo y el finés no puntúa, Seb se convertirá delante de su público en el primer piloto de la historia que alcanza cinco coronas mundiales.
La antepenúltima cita del campeonato se desarrolla de nuevo en asfalto, pero con un trazado muy diferente, mucho más revirado que los rápidos tramos de Cataluña. Un factor que podría incidir en un mayor desgaste de los neumáticos, que ya en España dieron más de un quebradero de cabeza.
Y si Loeb fue el que mejor supo gestionar ese desgaste en la cita tarraconense, por lógica volverá a ser el máximo favorito al triunfo. Pero sus opciones al título pasan por un naufragio de Hirvonen, por lo que lo más probable es que haya que esperar para cantar el alirón.

"Deberíamos aprovechar este escenario favorable para intentar alzarnos con uno o los dos títulos mundiales este fin de semana. De todas formas, intentaré quitarme eso de la cabeza y centrarme en fortalecer nuestra posición", explica el francés.
El único piloto que realmente ha hecho correr en asfalto a Loeb es Dani Sordo, al que le gustan más los tramos corsos que los catalanes y estará en la pomada. El tercero en discordia debería ser François Duval, repescado precisamente por Ford para amargar la existencia a los Citroën en asfalto. De hecho, el belga marcó el mejor tiempo en el shakedown de ayer, aventajando en dos y cinco décimas, respectivamente, a Loeb y Sordo.