La impotencia nórdica

A punto de cumplir los 35 y con cinco Mundiales a sus espaldas, Sébastien sigue sin encontrar rival ni en terreno hostil

Sébastien Loeb zanjó el Mundial 2008 coronándose como el mejor piloto de rallies de la historia, al alzarse con su quinto título consecutivo. Superados los cuatro de Tommi Makinen y Juha Kankkunen, Japón le entronizó emperador absoluto de la especialidad un rally antes de dar por finalizado el campeonato. Entonces, se anotó 11 de las 15 pruebas disputadas, superando su récord de 2005 con 10 victorias, seis de ellas consecutivas, que un año más parece dispuesto a fulminar aunque las doce pruebas a las que se ha reducido el calendario le obligan a hacer pleno.Tampoco 2009 pinta que no vaya a ser su año para lamento de sus rivales. De los 20 puntos posibles, Loeb los ha sumado todos con sendas victorias en las citas de Irlanda y Noruega. Ni la nieve, ni la teórica supremacía en terrenos como éste de su rival actual, el finlandés de Ford Mikko Hirvonen, le han amilanado, aunque ya haga cinco años –en 2004– que dejó claro que nada se le resiste al convertirse en el primer piloto no escandinavo en ganar a los superespecialistas locales en el Rally de Suecia.

En el pasado fue Marcus Grönholm quien pagó el pato. El finlandés se retiró infelizmente hace dos temporadas con 39 años y sólo 30 victorias sin poder sumar un tercer mundial a su palmarés. En 2006, ni con Loeb lesionado, pudo superarle y eso que dejó de participar en las últimas cuatro pruebas tras sufrir un accidente mientras entrenaba en bicicleta en su casa de Suiza, proclamándose en campeón mundial por tercera vez desde el sofá de su casa. Si hubiera hecho lo mismo en 2003, cuando el Mundial se le escapó por sólo un punto ante Petter Solberg, ahora estaríamos hablando de su sexto Mundial, camino del séptimo.Sus cifras, sin embargo, siguen dejando sin respiración. De cien rallies finalizados ha ganado 49, conquistado 76 podios (21 segundos y 6 terceros) y abandonado sólo en 19 ocasiones.

Seb, ex gimnasta y acróbata, ya puso el Mundial patas arriba cuando logró subir al podio (2°) en su primera carrera al volante de un Xsara WRC, en el Rally Sanremo de 2001. Un año después lograba escalar a lo más alto del cajón en el Rally de Alemania, del que nunca más se ha bajado con siete victorias consecutivas. Loeb, que este 26 de febrero cumplirá los 35, afronta con la madurez justa el reto de seguir haciendo historia.