Las largas llanuras de Buenos Aires y La Pampa, territorios más variados en Río Negro y Chubut, la arena de Mendoza y, sobre todo, de Atacama y la altura andina son algunas de las propuestas novedosas que ofrece el primer Dakar de la historia que no se disputará en África. "Hemos previsto todos los elementos que gustan a los participantes del Dakar, navegación, etapas rápidas, arena,... y a ellos le hemos sumado alguna novedad, como la altura", afirmó Lavigne, entusiasmado con los paisajes que el rally visitará.
La caravana del Dakar, que los organizadores esperan que sea tan nutrida como la de las últimas ediciones, atravesará en las primeras etapas la provincia de Buenos Aires, hasta Santa Rosa, se internará en la Pampa, cruzará Río Negro y pasará a Chubut, punto más septentrional del recorrido.
Entre medias, la expedición pasará por Puerto Madryn, frente a Península Valdés, antes de volver hacia el norte, de nuevo por Río Negro, con escala en Jaccobachi y Neuquén. Esta primera parte del recorrido estará compuesto por etapas largas y rectilíneas y será la oportunidad para los velocistas de sumar puntos en la carrera.
EL COLOSO ANDINO PONE LAS MAYORES DIFICULTADES
Tras las llanuras, comenzará después un imperceptible ascenso en el noroeste argentino, faldeando los Andes por La Pampa y Mendoza, con parada en San Rafael y en la capital mendocina. Los participantes, que estarán particularmente alertados de las duras condiciones que encontrarán en la altura, cruzarán los Andes en un recorrido no cronometrado antes de llegar a Valparaiso, sede de la jornada de reposo.
Por delante resta la travesía del desierto de Atacama, donde el paisaje recordará las añoradas dunas africanas pero que sumará a la arena unas extremas condiciones meteorológicas derivadas del verano austral, con temperaturas nunca vistas en el Sahara en enero, un nuevo ambiente para la caravana dakariana, con travesías por La Serena y Copiapó, en las provincias de Coquimbó y Atacama, donde los organizadores estudian efectuar varias jornadas para aprovechar un terreno complicado.
El retorno a tierras argentinas obligará a subir a la caravana por encima de los 4.000 metros, un nuevo aliciente novedoso que dará otro tono al Dakar, que puede incluso ver la nieve. La provincias de Catamarca, con paso por Fiambalá, y La Rioja, con llegada a la capital del mismo nombre, pondrán al rally de nuevo rumbo a Buenos Aires.Restará atravesar Córdoba, incluida la capital, y un breve trayecto por Santa Fe antes de retornar a la capital.La caravana europea del rally embarcará en Le Havre a finales de noviembre y llegará 21 días después a Argentina. El trayecto lo pagará la organización, por lo que el Dakar en Sudamérica no será más caro que en África.
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