La Federación Internacional de Automovilismo pasa olímpicamente de los rallys. Así se pudo comprobar ayer en su Consejo Mundial celebrado en París, en el que, a pesar de que había una importante propuesta de los constructores y de los organizadores para el futuro, ni se trató el tema. Lo han dejado para noviembre o diciembre.
Los constructores del Campeonato del Mundo, apoyados por otras marcas como Volkswagen, que está planteando su llegada a esta especialidad con el nuevo Scirocco, o Toyota y Peugeot, que piensan en el regreso, han presentado una serie de cambios para intentar enderezar un desolador panorama. Pero no les han hecho ni caso. Entre otras cosas, piden que se reduzca el calendario a doce pruebas, como ya está planeado para el próximo año, pero que ocho rallys, los de Montecarlo, Cataluña, Gran Bretaña, Finlandia, Italia, Japón, Argentina y Alemania sean inamovibles del calendario, dejando para la rotación entre el resto de países las cuatro pruebas restantes. Quieren que los rallys de prestigio y los principales mercados estén presentes todas las temporadas. El año próximo no abrirá el calendario el Rally de Montecarlo y sí el de Irlanda, algo que hará perder interés al inicio del campeonato. También han pedido la prohibición del envío de tiempos intermedios a los coches, algo que desvirtúa totalmente las competiciones, en las que sólo se corre el viernes, y el resto de días se vigilan los unos a los otros.
Por último, la empresa North One Televisión, que se hizo con los derechos televisivos del certamen, ha pedido que se le prorrogue su contrato por otros cinco años más y que les cedan los derechos de imagen, para invertir en la recuperación de una especialidad otrora gloriosa y que ahora vive uno de sus peores momentos.
Los constructores del Campeonato del Mundo, apoyados por otras marcas como Volkswagen, que está planteando su llegada a esta especialidad con el nuevo Scirocco, o Toyota y Peugeot, que piensan en el regreso, han presentado una serie de cambios para intentar enderezar un desolador panorama. Pero no les han hecho ni caso. Entre otras cosas, piden que se reduzca el calendario a doce pruebas, como ya está planeado para el próximo año, pero que ocho rallys, los de Montecarlo, Cataluña, Gran Bretaña, Finlandia, Italia, Japón, Argentina y Alemania sean inamovibles del calendario, dejando para la rotación entre el resto de países las cuatro pruebas restantes. Quieren que los rallys de prestigio y los principales mercados estén presentes todas las temporadas. El año próximo no abrirá el calendario el Rally de Montecarlo y sí el de Irlanda, algo que hará perder interés al inicio del campeonato. También han pedido la prohibición del envío de tiempos intermedios a los coches, algo que desvirtúa totalmente las competiciones, en las que sólo se corre el viernes, y el resto de días se vigilan los unos a los otros.
Por último, la empresa North One Televisión, que se hizo con los derechos televisivos del certamen, ha pedido que se le prorrogue su contrato por otros cinco años más y que les cedan los derechos de imagen, para invertir en la recuperación de una especialidad otrora gloriosa y que ahora vive uno de sus peores momentos.
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