El balance de la actuación de los pilotos españoles en el RallyRACC 2008 no deja de ser positivo. Dejando a un lado la actuación de Sordo-Martí, tandem que lógicamente sobrepasa los límites intrínsicamente locales, los pilotos de casa se defendieron bien en una carrera que representa la máxima expresión del automovilismo de carretera. El piloto catalán Joan Font (Mitsubishi) fue el mejor clasificado, en el puesto 26, terminando además segundo absoluto de grupo N. 
Si bien en la lista de inscritos del Rally de España figuraban 16 pilotos españoles, a los que se podía añadir el andorrano Albert Llovera (Fiat Grande Punto S2000), copilotado por el gallego Diego Vallejo, no todos llegaban a tomar la salida, destacando las bajas significativas antes de comenzar –por diversas causas– de Gorka Apalantza-Borja Aguado (Subaru Impreza WRC), Yeray Lemes-Rogelio Peñate o Javier Paz-Moncho Seoane, estos dos últimos con Mitsubishi Lancer Evo IX. Sin contar con Sordo-Martí por su condición de oficiales, las esperanzas nacionales estaban depositadas en Sergio Pérez-Oriol Juliá, que acudían a la cita para participar como Guest Driver (equipo invitado por la organización en el mundial Júnior), a bordo del Citroën S2 S1600 de la formación cántabra Auto Gomas. Ya en la primera jornada las cosas no rodaron bien, pues en el tercer tramo se quedaban sin alternador y dirección asistida, lo que provocó una fuga de aceite y el tener que parar en pleno tramo, llegando a la asistencia con mucho retraso. 
Los problemas no terminaron ahí, ya que en la sexta especial, última de este primer día, se rompía el motor, lo que a la postre les impedirá acudir a Córcega como tenían previsto.
Un hecho que refleja la dureza del rally es que sólo siete equipos españoles conseguían terminar, siendo los mejores Joan Font-Manel Muñoz, que llevaban su Mitsubishi Lancer Evo IX de Calm Competició a la 26ª plaza de la general, siendo también brillantes segundos de grupo N. Font declaraba al finalizar que “desde Monte-Carlo no había vuelto a competir y el ritmo al que ruedan los pilotos del mundial es inalcanzable para nosotros, pero he cumplido mi objetivo que era estar en el podio de mi categoría”.
Si bien en la lista de inscritos del Rally de España figuraban 16 pilotos españoles, a los que se podía añadir el andorrano Albert Llovera (Fiat Grande Punto S2000), copilotado por el gallego Diego Vallejo, no todos llegaban a tomar la salida, destacando las bajas significativas antes de comenzar –por diversas causas– de Gorka Apalantza-Borja Aguado (Subaru Impreza WRC), Yeray Lemes-Rogelio Peñate o Javier Paz-Moncho Seoane, estos dos últimos con Mitsubishi Lancer Evo IX. Sin contar con Sordo-Martí por su condición de oficiales, las esperanzas nacionales estaban depositadas en Sergio Pérez-Oriol Juliá, que acudían a la cita para participar como Guest Driver (equipo invitado por la organización en el mundial Júnior), a bordo del Citroën S2 S1600 de la formación cántabra Auto Gomas. Ya en la primera jornada las cosas no rodaron bien, pues en el tercer tramo se quedaban sin alternador y dirección asistida, lo que provocó una fuga de aceite y el tener que parar en pleno tramo, llegando a la asistencia con mucho retraso. Los problemas no terminaron ahí, ya que en la sexta especial, última de este primer día, se rompía el motor, lo que a la postre les impedirá acudir a Córcega como tenían previsto.Un hecho que refleja la dureza del rally es que sólo siete equipos españoles conseguían terminar, siendo los mejores Joan Font-Manel Muñoz, que llevaban su Mitsubishi Lancer Evo IX de Calm Competició a la 26ª plaza de la general, siendo también brillantes segundos de grupo N. Font declaraba al finalizar que “desde Monte-Carlo no había vuelto a competir y el ritmo al que ruedan los pilotos del mundial es inalcanzable para nosotros, pero he cumplido mi objetivo que era estar en el podio de mi categoría”.
Tras Font, en el puesto 27, se situaban Joan Ollé-Nicolás del Corral, que durante las tres jornadas tuvieron muchos problemas con la caja de cambios de su Subaru Impreza WRC. Joan Ollé es el actual presidente de la Federación Catalana de Automovilismo.
Ya en la 35ª posición encontramos a Antoni Gibert-Eduard Codina, que con su Renault Clio RS vencían en la concurrida clase 3, situándose además quintos de grupo N, un resultado que colma las expectativas del modesto equipo catalán. Durante la carrera tuvieron problemas de frenos, que solventaron con habilidad.
Entre los abandonos, cabe destacar la desafortunada salida de carretera en el tramo 12 del Fiat Grande Punto S2000 del andorrano Albert Llovera, teniendo que ser evacuado a un centro hospitalario junto a su copiloto, el gallego Diego Vallejo, éste con la clavícula rota. Por su parte, el segundo día Albert Orriols-Lluís Pujolar (Peugeot 206 WRC) sufrían un trompo y la consecuente salida de carretera en una zona con grava, tras haber padecido problemas en los frenos del Peugeot 206 WRC el primer día.
Ya en la 35ª posición encontramos a Antoni Gibert-Eduard Codina, que con su Renault Clio RS vencían en la concurrida clase 3, situándose además quintos de grupo N, un resultado que colma las expectativas del modesto equipo catalán. Durante la carrera tuvieron problemas de frenos, que solventaron con habilidad.
Entre los abandonos, cabe destacar la desafortunada salida de carretera en el tramo 12 del Fiat Grande Punto S2000 del andorrano Albert Llovera, teniendo que ser evacuado a un centro hospitalario junto a su copiloto, el gallego Diego Vallejo, éste con la clavícula rota. Por su parte, el segundo día Albert Orriols-Lluís Pujolar (Peugeot 206 WRC) sufrían un trompo y la consecuente salida de carretera en una zona con grava, tras haber padecido problemas en los frenos del Peugeot 206 WRC el primer día.
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